viernes, 31 de diciembre de 2010

Porqué somos tan hipócritas?

Estaba leyendo una tesina sobre "el Budo" para primer dan de un arte marcial escrita por un aspirante, espero que aprobara,  y publicada en su página web, no es necesario nombrarlo para que nadie piense que los diferencio, pienso que si lo que decimos es cierto debería servir para todos los artes marciales. Y cuando he leído la frase "... conceptos como la cortesía, el honor, la rectitud, la nobleza, la justicia o el deber.", he sentido como si hubiesen golpeado por sorpresa en el estómago. Entonces me he preguntado porqué me dolía tanto esa afirmación sobre el Budo...estaba sorprendido y desconcertado.
Al momento me ha venido a la mente un incidente que me ocurrió hace pocos meses en el transcurso de un curso de artes marciales, que por lo que veo me marcó más de lo que pensaba.
Este día mi hija no puedo entrenar porque padecía una fuerte contractura muscular en la espalda y estaba con tratamiento a base de relajantes musculares y analgésicos, le pedí que se quedara en el hotel, pero ella decidió acompañarme al pabellón para estar a mi lado. Al cabo de un par o tres de horas me di cuenta que se había dormido sentada en la silla, en mala posición y estaba con la boca abierta, yo en ese momento me encontraba haciendo fotos y pensé, ahora en cuanto pueda me acerco, la despierto y la llevo al hotel para que descanse...error...por que al momento veo a un 3er dan, no diré de que arte marcial, que hacía fotos en la dirección en que estaba sentada mi hija y me giré sin pensar nada raro porque imaginé que fotografiaría a alguien del curso, estaba acompañado por un 5º dan del mismo arte marcial y se pusieron a reír los dos mirando la foto en la cámara, el 5º dan se marchó y yo me giré para ver que era lo que les había hecho reír tanto...no había ningún otro practicante, sólo estaba mi hija dormida sentada y con la boca abierta, al darme cuenta de cual era el motivo de sus risas me dirigí hacia él para pedirle explicaciones de sus actos y en cuanto me vio, salió como alma que lleva al diablo y se mezclo con el grupo de practicantes. Desperté a mi hija y le explique el caso, entonces ella me pidió que lo olvidará y creí que lo había hecho, pero veo que no fue así.
La moraleja es que se nos llena la boca hablando de los valores de las artes marciales y cada día dudo más de que esos valores existan en realidad, o yo he tenido tanta mala suerte que me encuentro en mi camino a los sinvalores de las artes marciales. Debo remarcar que tanto el 3er como el 5º dan me conocen hace años y sabían que era mi hija.
Realmente cada día me siento más alejado del Budo y más integrado en el Bujutsu. Entreno y enseño técnicas de lucha, buscando la máxima efectividad, siguiendo el programa de un arte marcial que es mi pasión, como es el Karate, y cumpliendo con la  moral cristiana que es la que me enseñaron de pequeño y la que he intentado cumplir toda mi vida.
Desde luego, yo no seré un gran sensei, pero tampoco me río de nadie.
Feliz año 2011 a todos las personas honestas e integras.
Nos vemos en el tatami.

1 comentario:

  1. vaya no me habia enteredo pero ya creo que se quien eran los dos.Y sin comentarios

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